Frente al Museo de la Revolución Coreana encontramos una estatua de Kim Il Sung
y
un monumento a soldados desconocidos: un tributo a los soldados chinos que cayeron en la guerra
para la liberación de Corea de la ocupación japonesa.
En el interior se pueden admirar todos los momentos cruciales de la victoriosa revolución coreana contra la invasión japonesa.
El monumento alberga el vasto museo de la revolución coreana, donde casi todas las fotografías expuestas fueron destruidas en la guerra de 1950-1953 contra los Yankees y luego fueron reemplazadas por pinturas.
Este museo es inmenso y, por lo tanto, podríamos visitar solo una parte muy pequeña, que se refería al comienzo de las actividades revolucionarias del Líder Eterno Kim Il Sung. La reproducción en cera del Padre de la Patria Kim Il Sung es tan real que uno debe retenerse para evitar hablar con él.
En la plaza, la estatua de Kim Il Sun y el monumento a la resistencia
